NOSOTROS
20 años han pasado. Leon y Paqui se encontraron en el camino y juntos decidieron marcar la senda hacia un nuevo destino, Cádiz, donde un proyecto marcado por el buen comer les esperaba. Hoy, tras un tiempo de cocinado a fuego lento nos sorprenden con Código de Barra.
Desde su llegada a Cádiz, ya se sentía su pasión por la buena mesa, con productos autóctonos y de cercanía, y como no, el buen vino, no olvidemos que Cádiz es tierra de vino y solera, el Tándem perfecto entre cocina y sala,
Leon siempre entre fogones y nuevas propuestas, y Paquí gran jefa de sala y sommelier aderezada con la sonrisa y la simpatía personificada, un equipo que trabajando codo a codo hoy convergen en este proyecto, donde comerse Cádiz, es saborear su historia y deleitarse con el aroma de sus vinos.
Llevada con la mayor de las pasiones, tiempo, alma y corazón son mucho más de lo podemos encontrar entre las paredes de piedra.
LOS SUEÑOS SE TRABAJAN
Trabajo, constancia e ilusión por hacer lo que más nos gusta han sido los tres ingredientes que han hecho que hoy estemos aquí, cumpliendo un sueño.
Alguna vez alguien dijo «Los sueños se trabajan y no le faltaba razón. Los galardones que hoy nos acompañan en la fachada de nuestro restaurante no son fruto de la casualidad. Son el reconocimiento a años de trabajo, de búsqueda del origen gastronómico de la tierra Gaditana, de conectar gastronomía e historia en un mismo lugar.
«Hay que perseguir los sueños. Pero también hay que trabajarlos”
Leon Griffioen.
Hacía solo 6 meses desde la apertura del nuevo Código de Barra en 2021, y ese mismo año la Guía Repsol nos otorgaba uno de sus Soles. Tras una pandemia, y mucho sudor y alguna que otra lágrima ese sería el Sol que iluminaría nuestro proyecto.
Dos años más tarde otro astro se alzaba en el firmamento de Código de Barra, la Estrella Michelín llegó. Inesperada pero soñada, orgullosos de traer la primera Estrella Michelín a Cádiz capital, seguiremos haciendo las cosas con el cariño, la creatividad y el buen hacer, con los que lo hemos hecho siempre.
El nuevo Código Gastronómico ha llegado a Cádiz para quedarse.
